
Perspectiva de familia
En el intermedio del partido: 60 - 1

El sábado 14 de marzo cientos de miles de españoles salimos a la calle a cantar, a bailar y a celebrar la vida. Todos los años por esta época lo hacemos, porque el día 25 de marzo es el Día Internacional de la Vida.
Sí, la sociedad civil es consciente de que el aborto es una tragedia social y deja a la mujer herida de por vida. Sí, muchos somos conscientes de lo que un hijo puede suponer en la vida de una mujer y de un hombre: un hijo llama al compromiso personal, pide responsabilidad y, sobre todo, invita a ser generador de esperanza, de prosperidad y de progreso.
Sí, el movimiento PROVIDA está haciendo historia para que esta lacra, el aborto, termine extinguida tal y como en los años sesenta quedó abolida la esclavitud. Sí, somos conscientes de que estamos provocando un cambio cultural e histórico. ¿La clase política es consciente de esta llamada de atención? Los hechos hablan por sí solos.
Es cierto, en el descanso del partido el resultado es inexorable: 60 Aborto - 1Maternidad.
Más de 60 millones de euros invertidos por el conjunto de las administraciones públicas para financiar el aborto, y a penas, siendo muy generoso, un millón de euros para apoyar la maternidad y las políticas natalistas.
Si bien es cierto que el suicidio demográfico en el que estamos inmersos -en 2030 el 65% de la población española tendrá más de 60 años- reclama otro tipo de políticas activas. Los ayuntamientos han de apoyar a las mujeres de su municipio para que no se vean obligadas en ningún caso a sufrir la tragedia de un aborto provocado.
Las comunidades autónomas han de constituir redes de apoyo a la mujer embarazada que lleguen a todos lugares de su territorio. El parlamento ha de legislar en favor del derecho a la vida y de la mujer que desea ser madre, y derogar cualquier legislación que no que reconozca el derecho a la vida como un valor universal y de cualquier persona: nacional o extranjero, blanco o negro, nacido o en el vientre materno.
Pero este año tenía un significado especial. El movimiento provida en España se acababa de manifestar el pasado 22 de noviembre y, sin el apoyo económico de partidos políticos, de la administración pública o de empresas de renombre… lo volvíamos a hacer.
Yo acudí a Madrid con mi mujer y mis hijos de 6, 16 y 19 años. He de ser sincero. En la zona donde estuvimos, muy cerca del escenario, mi mujer y yo subíamos la media de edad. La cantidad abrumadora de jóvenes fue lo que marcó esa jornada. “Nosotros somos la generación provida” me dijo mi hijo mayor al terminar la jornada.
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