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Clásico

Cuaderno de bitácora

Por Sonsoles Sánchez-Reyes Peñamaria

Cuando Guillermo el Conquistador vio el cometa Halley atravesando un tapiz


Hace casi mil años, Guillermo el Conquistador realizó una gesta que todos habrían considerado inverosímil, de haber sido vaticinada por un oráculo. Nacido ilegítimo, siendo su padre duque de Normandía y no rey, acechado por los intrigantes nobles locales, censurado por el Papa y traicionado por quien un día le había jurado lealtad, fue capaz de alzarse contra todo pronóstico hasta erigirse en monarca de Inglaterra, comenzando allí lo que se conocería como la dominación normanda, que ejerció una profunda influencia en la lengua y cultura inglesas que alcanza hasta el presente.

Y así Guillermo, consciente de la relevancia de la hazaña que estuvo llamado a protagonizar, se esmeró en que ésta no se olvidase por las generaciones futuras. Feliz idea fue la surgida en su entorno con este fin: bordar la historia detallada en un lienzo cuyas imágenes permitiesen que personas iletradas o de lenguas bárbaras comprendiesen y recordasen por siempre la singular heroicidad del personaje. Hasta tal extremo logró su propósito, que en 2007 la UNESCO incluyó esta obra maestra del siglo XI -que ha pasado a la posteridad con el nombre de Tapiz de Bayeux, a pesar de no ser un tapiz propiamente dicho- en el Registro de la Memoria del Mundo, un programa para conservar el patrimonio documental.

La historia de Guillermo el Conquistador hunde sus ramificaciones mucho antes y después de los episodios que refleja el tapiz. Comienza un día de 1027, cuando el duque de Normandía Robert I el Magnífico, descendiente del célebre jefe vikingo Rollo, regresando de cazar, se encaprichó de Arlette, una humilde joven que vio lavando ropa al pie del castillo. La hizo su concubina y nació un hijo, Guillermo, que a la muerte de su padre en 1035, con solo 8 años, se convirtió en el séptimo duque de Normandía. En 1046 Guillermo sufrió un intento de asesinato por los barones normandos que se negaban a reconocerlo como duque por su linaje poco ortodoxo. Pero con su victoria en la batalla de Val-ès-Dune en 1047 se impuso para siempre sobre la nobleza normanda.

Guillermo eligió estratégicamente como esposa a su prima Matilde, hija del conde Balduino V de Flandes, unión prohibida por el Papa por consanguinidad. Aun así, contrajo matrimonio con ella en 1050. Para hacerse perdonar por la Iglesia, Guillermo fundó dos abadías en su capital política, Caen: la Abbaye aux Dames y la Abbaye aux Hommes, donde la pareja real pediría ser sepultada, él en la masculina y ella en la femenina.

Guillermo fundó un poderoso reino anglo-normando y redactó un inventario de los hombres y las riquezas del país, llamado The Domesday Book. Hizo construir la Torre de Londres en piedra de Caen. Y murió en 1087, con 60 años. Será antepasado del famoso Ricardo Corazón de León y sus descendientes reinarán conjuntamente sobre Normandía e Inglaterra hasta 1204, cuando el llamado Juan Sin Tierra perdió el ducado, que pasó a formar parte del dominio real de Francia.

La historia que relata el tapiz, que se encuentra en la ciudad normanda de Bayeux, se desarrolla en 58 escenas acaecidas entre 1064 y 1066. Se utilizan diez colores de hilo de lana, tintes naturales de plantas que han variado poco a lo largo del tiempo, para representar, con efectos de perspectiva, 626 personajes (principalmente masculinos), 37 edificios, incluido el Mont Saint-Michel, 41 barcos y 202 cabalgaduras. La obra pesa más de 350 kg. y mide casi 70 metros de largo y 70 centímetros de ancho, 50 dedicados al bordado. El llamado punto durmiente o 'punto de Bayeux' se utiliza para rellenar zonas coloreadas. El trazado del hilo indica la utilización de una guía, quizás un dibujo, sobre el lienzo. Frases en latín en la parte superior de las escenas aportan información sobre estas.

El relato comienza cuando el anciano rey de Inglaterra, Eduardo, llamado el Confesor por su gran religiosidad, viéndose sin sucesión, ordena a su cuñado, Harold Godwinson, conde de Wessex, viajar a Normandía para comunicar a su primo menor, Guillermo, que lo ha designado heredero al trono de Inglaterra. Eduardo estaba muy apegado a Normandía, donde encontró refugio 30 años durante su exilio tras ser expulsado de Inglaterra por conquistadores daneses. 

Harold llega a Normandía tras muchas peripecias y allí Guillermo lo salva de situaciones muy comprometidas. Harold efectúa el juramento solemne de fidelidad a Guillermo y regresa a Inglaterra. Pero fallecido el rey sajón, Harold se hace coronar monarca de Inglaterra, el 6 de enero de 1066. Al enterarse del perjurio, Guillermo, indignado, decide reconquistar su trono.

Con una flota de mil barcos, un ejército de 8.000 hombres y 5.000 caballos y el apoyo de bretones, francos y flamencos, la noche del 28 de septiembre de 1066 Guillermo cruza el Canal de la Mancha. Al amanecer del 14 de octubre de 1066, en Hastings, se desata la batalla entre normandos y anglosajones. Extendiéndose el rumor de que Guillermo había muerto, parte de las tropas normandas se retiran hacia el mar, perseguidas por los ingleses. Pero Guillermo, vivo, se quita el casco para hacerse reconocer y animados, los normandos regresan al frente. Harold recibe un disparo en el ojo con una flecha y muere en la batalla. Las tropas inglesas son derrotadas en una feroz lucha de un día entero. Y Guillermo de Normandía es coronado rey de Inglaterra en la Abadía de Westminster el 25 de diciembre de 1066. Su proeza le valió el sobrenombre de 'El Conquistador'.

El tapiz incide en la gravedad de cometer perjurio y en él justifica el castigo de Harold. Pero la historia termina abruptamente con la huida de los anglosajones al final de la batalla de Hastings. La sección final del tapiz, que mostraría la rendición de los sajones en Berkhamsted y la coronación de Guillermo en Westminster, está perdida tras haber sido cortada.

La pieza, una especie de cómic medieval, fue llamada mucho tiempo 'Tapiz de la reina Matilde', asociado a una Penélope bordando mientras espera el regreso de su marido. Pero parece más probable que fuera encargado por el obispo Odón de Conteville, medio hermano materno de Guillermo el Conquistador, para la nueva catedral de Notre-Dame de Bayeux en su consagración el 14 de julio de 1077, buscando legitimar y difundir la historia oficial de la dominación inglesa por los vencedores normandos. Se ignora quién realizó esta obra textil; pudieron haber sido artesanos ingleses, pues en ese momento allí había buenos talleres de costura. Por su magnitud sería una obra colectiva.

En el tapiz está la primera representación conocida del cometa Halley en la escena número 32, pues se vio en los cielos ingleses entre el 24 y el 30 de abril de 1066, lo que fue interpretado como un mal augurio por los sajones. 

El tapiz ha sufrido tales aventuras, que podrían ser objeto de otro tapiz. Pasó siete siglos en el Tesoro de la catedral de Bayeux. Se colgaba una vez al año en la nave, en julio, y se guardaba el resto del año en un cofre de madera que lo protegió de varios incendios que sufrió el edificio. Después de la Revolución Francesa fue declarado Bien Nacional. Según una tradición local, en 1792 casi fue cortado para cubrir los carros de los soldados, siendo salvado por el abogado Léonard Lambert-Leforestier.

El tapiz viajó al Museo del Louvre cuando éste era llamado Museo Napoleón, del 6 de diciembre de 1803 al 18 de febrero de 1804. A partir de 1812 se conservó en el Ayuntamiento de Bayeux. Desde 1939, durante la Segunda Guerra Mundial, permaneció casi dos años en un refugio subterráneo del Hôtel du Doyen. Su importancia política y militar interesó mucho a los nazis. Tras casi tres años en el depósito de los Museos Nacionales de Sourches (Sarthe), ante el avance aliado en 1944 las autoridades alemanas lo enviaron de nuevo al Louvre. Fue devuelto a Bayeux en marzo de 1945.

El tapiz se expone en el centro Guillermo el Conquistador desde 1983, en una vitrina que lo conserva en condiciones óptimas de temperatura y humedad y con una iluminación apropiada. Atrae unos 400.000 visitantes anualmente, más del 70% extranjeros, situándose entre los lugares más visitados de Normandía. 

En los próximos años se creará un nuevo entorno museístico para el tapiz en Bayeux, un proyecto muy ambicioso cuya fecha de finalización anunciada se ha ido retrasando. La última habla de que será restaurado en 2025 y expuesto al público en 2027, con un presupuesto de 35 millones de euros. Eso da una idea de la importancia de esta obra de arte única en el mundo. No en vano, el alcalde de la ciudad ha dicho públicamente este mismo año: "En Bayeux no hay petróleo, pero sí el tapiz". Que no es un tapiz, sino un bordado. Pero así se escribe la Historia.

 

 

 

 

 

Fotografías: Gabriela Torregrosa