J.M.L abrió las puertas de su casa en Viana de Cega sobre las 3.00 de la mañana y ya sabía a lo que se enfrentaba. En ese inmueble, no en muy buen estado precisamente, de esta localidad vallisoletana convivía con Natalia, una mujer de origen argentino que había sido pareja de la persona que se presentó de madrugada en su piso. Allí se produjo el forcejeo con el fatal desenlace de su muerte tras recibir varias puñaladas en zonas vitales de su cuerpo. El presunto agresor y su ex pareja también resultaron levemente heridos.

J.M.L. vivía en un edificio de tres plantas ocupado prácticamente por su familia. Era el hermano mayor y se había empadronado hace escasos días en Viana de Cega, aunque tenía relación con el municipio ya que vivió hace años antes de instalarse en Valladolid capital. 

Según fuentes consultadas por este periódico, la nueva relación de Natalia había generado una situación conflictiva con un triángulo complicado. Esas mismas fuentes indican que no era el primer incidente o discusión. Hasta que J.M.L abrió las puertas de su casa en Viana para encontrarse con la expareja de su novia. 

El Ayuntamiento de Viana de Cega ha decretado dos días de luto en la localidad y mañana mantendrá un minuto de silencio en memoria del fallecido.