La Plaza Mayor de la capital zamorana. ha sido escenario este domingo de una jornada solidaria en la que medio centenar de cortadores de jamón llegados de cinco comunidades autónomas han participado en el I Encuentro Benéfico de Cortadores de Jamón de Zamora. Se han repartido 2.500 platos de jamón ibérico a favor de la Asociación Contra el Cáncer (AECC) de Zamora.

Un encuentro que ha visibilizado la solidaridad de los expertos en cortar jamón a cuchillo, quienes han trabajado desinteresadamente. También han colaborado 40 establecimientos de alimentación y cárnicos de Zamora que han donado los jamones, a los que se han sumado algunas industrias de la Denominación de Origen Guijuelo, según EFE.

Aunque cada jamón puede pesar entre ocho y doce kilos, el producto final cortado a cuchillo da para unos 50 platos de unos 80 gramos cada uno, según lo explicado por el promotor del evento, Raúl Ariza.

Entre todos los cortadores ponen a la venta, por tanto, cerca de 2.500 platos y, en total, se degustan unos 200 kilos de jamón. La recaudación por de cada plato, cinco euros, va íntegramente destinada a la AECC de Zamora, con lo que el evento permite recaudar unos 12.500 euros.

La práctica es el secreto para cortar un buen jamón, según ha confesado Ariza, quien adquirió experiencia en una empresa de Guijuelo cortando tres jamones al día durante dos años. Si bien realizar ese trabajo en eventos resulta diferente, ya que se hace de una manera más relajada, al buscar que la gente lo vea y disfrute de ello, porque "al final esto es un arte".

La jornada ha estado ambientada con las actuaciones de un grupo flamenco y de un DJ, y la instalación de hinchables para los más pequeños, además de sorteos de regalos.

De los cortadores participantes, 14 han llegado desde la provincia de Salamanca, una decena de Zamora, ocho de Valladolid, otros ocho de Madrid, tres de Badajoz, dos de Cáceres y uno de Ávila, Burgos, Vizcaya y Gran Canaria.

Entre todos ellos, solo seis mujeres, como María José Espinosa, que lleva ocho años en el oficio y reconoce la menor presencia femenina en esta profesión, pese a que "cada día vamos siendo más y estamos dando a notar que también la podemos hacer las mujeres".

María José Espinosa resta importancia al cansancio del brazo al cortar jamón. "El único inconveniente que veo es no poder comértelo cuando estás cortándolo, porque lo demás, al final el brazo se acostumbra, es como todo".

Mientras que el cortador de Valladolid afincado en Gran Canaria Chema Bermejo señala que, por su experiencia en las islas, no solo hay extranjeros sino también españoles que desconocen el producto. Como ejemplo pone el de quienes tienen un buen jamón ibérico de bellota y piden un jamón serrano, lo que es "como comparar un Ferrari con un Twingo", manifestó, según EFE.