Las tenazas de la mascarada zamorana Los Carochos, en la Compañía Nacional de Teatro Clásico

El artefacto de la celebración ancestral de Riofrío de Aliste es utilizado por el personaje del Fauno en el espectáculo 'El castillo de Lindabridis'

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Las tenazas de la mascarada zamorana Los Carochos, en la Compañía Nacional de Teatro Clásico
El autor esTeresa Santos
Teresa Santos
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Las tenazas del Diablo Grande de la mascarada zamorana Los Carochos se han integrado en dos escenas del espectáculo 'El castillo de Lindabridis', coproducido por Nao d´amores y la Compañía Nacional de Teatro Clásico, que acaba de estrenarse en el teatro de la Comedia de Madrid.

El encargado de manejar este artefacto diabólico es el personaje del Fauno, quien aparece con ese arma disuasorio, para luchar con los caballeros andantes, en las escenas primera y última de la representación.

Se trata de "una comedia novelesco-caballeresca de gran artificio perteneciente al teatro cortesano", se explica desde Los Carochos, la agrupación de Riofrío de Aliste, donde tiene lugar cada año la tradicional mascarada. Una comedia con "lenguaje poético elaborado, música, danza, disfraces, seres fantásticos, pero construida sobre un enredo propio de las comedias de capa y espada".

Las tenazas de Los Carochos las utiliza el personaje del Fauno en la primera escena de la representación "luchando contra los caballeros andantes que han ido a liberar una isla, en mitad de Egipto, del poder del Fauno, el personaje que tiene los monólogos más profundos, al estilo calderoniano", en palabras de Ana Zamora, directora de Nao d´amores.

Ana Zamora ha versionado esta obra de Calderón de la Barca y dirige una historia llena de fantasía en la que la princesa Lindabridis, para heredar el trono de Tartaria, deberá casarse con un caballero que pueda vencer a su hermano Meridián en un torneo. Con ese objetivo, en la búsqueda del marido que mejor se ajuste a sus deseos, viaja por el mundo en un castillo volador.

Las grandes protagonistas son dos mujeres que toman la iniciativa por medio de diferentes aventuras, luchas de espadas, seres mitológicos, cantos y bailes. Una fiesta en la que el público es parte importante del mundo que se recrea en el escenario y en la que la música en directo, la escenografía, el vestuario y el trabajo de objetos poseen gran importancia a lo largo de los 80 minutos que dura esta puesta en escena.

La segunda ocasión en que sale en escena el instrumento extensible de la mascarada de Riofrío de Aliste es en el duelo final: "El torneo al que camina toda la función, porque todos los caballeros andantes deben de luchar por el amor de Lindabridis hasta terminar enfrentándose con el Fauno quien los mata a todos, excepto a la princesa Claridiana".

La responsable artística de Nao d´amores se ha mostrado satisfecha del diálogo que se establece en las acciones del Fauno con las tenazas. En su opinión, "le da a este intérprete un carácter mucho más interesante, de mayor personalidad, al tratarse de un personaje tan complicado".

Para Ana Zamora, último Premio Nacional de Teatro, "la utilización de un arma como las tenazas, que es un elemento de atrezo, no puede ser más terrenal y más popular porque ancla a la tierra al personaje del Fauno que está concebido para una representación cortesana aunque, de repente, esto se transforma en una pequeña mascarada popular"·

'El castillo de Lindabridis' es "una obra cargada de este tipo de diálogos". "Presenta una escenografía hecha de madera, muy artesanal, y se realiza en un gran teatro a la italiana, lleno de terciopelos y butacas rojas".

"Sucede lo mismo con los elementos de composición de estos personajes, ideados para teatro cortesano, para ser representados en la corte de Felipe IV, aunque finalmente se convierten en un acto comunitario que es lo que en el fondo son las fiestas y lo que para nosotros es el teatro", explica la creadora del montaje.

La puesta en escena del espectáculo de Calderón guarda una estrecha relación con las tradiciones. "Existe una evidente referencia al mundo de la ópera dei pupi, del teatro de títeres sicilianos, que es el gran teatro popular que ha mantenido en cartel las historias de los caballeros andantes. Pero tanto su estética como la plástica nos acercan también al juego de la escenografía que bebe de otras tradiciones populares de zonas muy diferentes, desde las ancestrales celebraciones alistanas como Los Carochos a las de otras partes del Mediterráneo".

Una vez estrenado en Madrid, el espectáculo 'El castillo de Lindabridis' llegará a la sala experimental del Centro Cultural Miguel Delibes de Valladolid, el próximo 20 de abril.

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