El FC Barcelona femenino cayó este sábado por 1-0 ante el Arsenal en la final de la Liga de Campeones, disputada en Lisboa. El conjunto londinense logró así su segunda Champions League, tras la obtenida en 2007, en un duelo donde supo imponer su plan de juego y frenar el estilo característico de las catalanas.
Las inglesas arrancaron el partido con una presión alta, centrando sus esfuerzos en anular a Aitana Bonmatí, el motor creativo del Barça. A pesar de un primer aviso de Caitlin Foord en el minuto 11 y la inmediata réplica de Aitana, el primer tramo fue trabado y tenso, con un ritmo interrumpido y pocas ocasiones claras.
Con el paso de los minutos, el Barcelona fue ganando posesión, especialmente por la banda derecha con Caroline Graham Hansen. Sin embargo, las azulgranas no se sintieron cómodas en ningún momento. Un gol en propia puerta de Irene Paredes fue anulado por fuera de juego, y las inglesas amenazaban con jugadas rápidas y verticales.
Antes del descanso, tanto Pajor como Claudia Pina tuvieron oportunidades claras, pero no lograron concretar. El 0-0 al final del primer tiempo reflejaba la falta de precisión del Barça en los últimos metros.
En la segunda mitad, el equipo de Pere Romeu salió con mayor claridad. En el 48, Claudia Pina estrelló un disparo en el larguero tras una combinación con Putellas. También Ona Batlle y Patri Guijarro estuvieron cerca de abrir el marcador, pero se toparon con la arquera Van Domselaar.
El dominio catalán crecía y Romeu apostó por Salma Paralluelo para buscar más profundidad ofensiva. Sin embargo, en el minuto 74, tras un córner ensayado, Emma Blackstenius aprovechó un desajuste defensivo para marcar el único tanto del encuentro con un disparo cruzado imparable.
La lesión de Mapi León tras el gol sumó incertidumbre al Barça, que ya no encontró su juego. En los minutos finales, las inglesas se replegaron con orden y resistieron los centros constantes desde la banda derecha. Incluso, Blackstenius pudo sentenciar en el 89, pero falló ante Cata Coll.
A pesar de los siete minutos de descuento, el Barcelona no logró romper el muro del Arsenal, que se llevó la victoria y su segunda ¡orejona¡, dejando al Barça sin su tercera Champions consecutiva y sin la posibilidad de agrandar su dominio europeo.
