La última edición de la Gran Recogida promovida por la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL) ha vuelto a poner de manifiesto la solidaridad de los consumidores. Entre el 7 y el 16 de noviembre, un total de 1.589 tiendas de Mercadona participaron en la campaña, logrando reunir 1.693.836 euros gracias a las donaciones realizadas en línea de caja.

A esta cifra se suma la aportación directa que la cadena de supermercados realiza cada año, que en esta ocasión alcanza los 240.500 euros. En conjunto, los Bancos de Alimentos contarán con un fondo que podrán convertir durante los próximos doce meses en aproximadamente 1.290 toneladas de productos básicos, un volumen que equivaldría a más de 16.100 carros de la compra.

En esta comunidad autónoma, 63 establecimientos se unieron a la Gran Recogida. Los clientes aportaron 162.230 euros, una cantidad que permitirá adquirir alrededor de 131.700 kilos de alimentos esenciales, según las estimaciones habituales de FESBAL.

Mercadona mantiene desde hace años su colaboración con FESBAL y ha apostado por el sistema de donación económica en caja. La compañía defiende este método porque ofrece mayor flexibilidad a las entidades sociales, que pueden adquirir los productos que necesiten, en la cantidad y el momento que consideren más oportuno.

"El saldo pasa directamente a disposición de los Bancos de Alimentos, lo que les permite actuar con rapidez y precisión", explica Jesús Sánchez, gerente de Acción Social de Mercadona. Además, la empresa destaca que esta modalidad reduce costes logísticos y el impacto medioambiental, al evitar transportes y almacenamiento innecesarios.

Los clientes, además, pueden beneficiarse de ventajas fiscales: las donaciones quedan reflejadas en el ticket y son deducibles en la declaración de la renta.

Tarjetas Sociedad: autonomía para las familias vulnerables

Dentro de su estrategia de apoyo social, Mercadona lleva años impulsando el uso de las Tarjetas Sociedad, una herramienta que permite a las entidades sociales entregar a los usuarios un saldo para realizar compras directamente en el supermercado.

Estas tarjetas funcionan igual que cualquier medio de pago recargable, pueden utilizarse en varias compras y permiten a las familias adquirir los productos que realmente necesitan. "El objetivo es dignificar el acto de compra y favorecer la integración de las personas en situación de vulnerabilidad", añade Sánchez.