La ciudad de Zamora revive la peregrinación romera, este año con las altas temperaturas que han provocado cuatro atenciones sanitarias durante la mañana
Miles de zamoranos desafían el calor y acompañan a la Virgen de la Concha en la romería de La Hiniesta
La ciudad de Zamora revive la peregrinación romera, este año con las altas temperaturas que han provocado cuatro atenciones sanitarias durante la mañana
Zamora ha revivido este 9 de junio la multitudinaria y popular romería de la Virgen de la Concha, patrona de la ciudad, hasta el cercano pueblo de La Hiniesta, en una calurosa jornada en la que se ha celebrado un año más una peregrinación romera documentada desde hace 735 años.
Este Lunes de Pentecostés, la cofradía de la Virgen de la Concha ha cumplido con la tradición, realizando el recorrido de ocho kilómetros que hay entre Zamora y La Hiniesta, con altas temperaturas y amenaza de tormentas vespertinas, como recoge EFE.
Las altas temperaturas de la jornada, de hasta 34 grados centígrados, han provocado cuatro atenciones sanitarias durante la mañana, tres de ellas por golpes de calor y una cuarta que obligó a un hombre a ser trasladado de urgencia en ambulancia al Hospital Virgen de la Concha de Zamora tras sufrir una parada cardiorrespiratoria.
La romería tiene sus orígenes en un documento de finales del siglo XIII en torno a la aparición de una imagen de la virgen al rey Sancho IV, quien ordenaría fundar después la localidad de La Hiniesta y erigir su iglesia de Santa María la Real.
Cada Lunes de Pentecostés, en señal de hermanamiento, la Virgen de la Concha acude a ver a la Virgen de la Hiniesta, en una romería en la que participan miles de zamoranos.
Los cofrades de la Concha se congregaron a las ocho de la mañana en la iglesia de San Antolín de la capital zamorana para iniciar una procesión que se han prolongado hasta el mediodía, con diversas paradas establecidas en el recorrido.
En una de esas paradas, a las afueras del casco urbano de Zamora, junto a la cruz del Rey Don Sancho, como manda la tradición, el niño Jesús que acompaña a la Virgen ha "desaparecido" para no ser reintegrado junto a la imagen llevada en andas de la madre de Jesús hasta llegar a la última parada antes de juntarse con los vecinos de La Hiniesta.
Sobre las once y media de la mañana se ha producido el encuentro entre las comitivas de ambos municipios vecinos, junto al cementerio de La Hiniesta, con el tradicional baile de pendones de las cofradías de la Virgen de la Concha y de La Hiniesta.
Después, los alcaldes de Zamora, Francisco Guarido, y de La Hiniesta, Ricardo Casas, se entregarían sus respectivos bastones de mando municipal, que habían intercambiado el día de San Marcos en señal de hermanamiento.
Las niñas de primera comunión y las quintas de La Hiniesta han recitado poesías a la virgen antes de que la procesión continuara hasta la iglesia de Santa María la Real entre música tradicional de flauta, gaita y tamboril.
Durante todo el recorrido se entona la melodía que identifica a esta romería, acompañada de una cuenta del uno al ocho que concluye con un prolongado grito de 'Coooncha', y ue da paso de nuevo a la entonación de la música típica de la celebración.
En la iglesia de Santa María la Real se celebró al mediodía una misa, mientras que para las cinco de la tarde estaba previsto el regreso a Zamora, en una romería que es "un acto tradicional" que demuestra "el arraigo" que la cofradía de la Virgen de la Concha tiene en Zamora, en palabras del alcalde de Zamora, según EFE.
Y según el máximo responsable de La Hiniesta, este es "el día más grande de todo el año" para esta localidad de tres centenares de habitantes que con esta celebración "renovamos lo que somos, quienes somos y por qué estamos aquí".
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