La construcción del Museo de Semana Santa de Zamora "avanza a buen ritmo", según ha destacado la vicepresidenta de la Junta de Castilla y León, Isabel Blanco, en su visita de hoy a las obras de ejecución.

El futuro museo es una infraestructura "necesaria" para la ciudad, toda vez que las anteriores instalaciones, abiertas en 1964, habían quedado "obsoletas" y "su espacio se antojaba insuficiente para albergar los 37 pasos de las diferentes cofradías", como se detalla desde la Junta. "El nuevo espacio va a ofrecer un recorrido único por la historia, las tallas y las propias cofradías, lo que va a suponer un refuerzo de la proyección cultural y turística de la capital zamorana, pero también se va a garantizar la adecuada conservación de este patrimonio".

Para la vicepresidenta se trata de un proyecto "clave para preservar y difundir un acontecimiento fundamental, declarado de Interés Turístico Internacional, que va más allá de lo religioso, puesto que es un evento social y cultural que une tanto a los zamoranos como al gran número de visitantes". La Junta "apoya sin fisuras" la Semana Santa.

En diciembre de 2021 se suscribió el convenio entre el Ejecutivo autonómico, el Ayuntamiento de Zamora, la Diputación Provincial y la Junta Pro Semana Santa. La cofinanciación se distribuye entre un 57% aportado por la Junta y un 21,5% respectivamente por la Diputación y el Ayuntamiento.

La UTE Comsa-Inmeva Infraestructuras se encarga de la construcción con un presupuesto de  9,8 millones de euros. La finalización está prevista para mayo de 2027.

La construcción se ha visto afectada por retrasos después de que en las excavaciones iniciales se encontrara una antigua atarjea en funcionamiento, lo que provocó "una necesaria interrupción de las obras hasta la supervisión y obtención de la solución constructiva por el órgano competente", se recuerda desde la Junta. De forma que "se ha desviado el tramo afectado de la red municipal de saneamiento, permitiendo su desmontaje arqueológico supervisado".

El nuevo centro museístico tendrá una superficie total construida de 5.446 metros cuadrados, entre los 1.631 metros cuadrados bajo rasante y 3.816 sobre rasante. La duración de las obras es de 30 meses.

El proyecto del Museo de Semana Santa de Zamora "combina sencillez en su circulación con una gran riqueza espacial". Su exterior estará revestido con piedra de Zamora extraída del propio solar, mampuesta manualmente en hiladas horizontales.

En el interior, "muros de hormigón tintado y texturizado aportan solidez y luminosidad gracias a lucernarios y patios, optimizando el uso de luz natural". "La fachada incorpora también acero pavonado en el gran portón de entrada y dinteles de hormigón sobre amplios huecos para conectar visualmente el museo con la ciudad".

La cimentación se ha ejecutado con micropilotes armados con tubo de acero para "garantizar la seguridad de las edificaciones colindantes y del personal". El edificio contará con cubierta plana invertida no transitable y pavimentos exteriores de granito. Los interiores combinarán cerámica, moqueta y hormigón pulido. La climatización se realizará mediante caldera de gas con fancoils, suelo radiante y UTAs.

La Junta Pro Semana Santa ha encargado a Alberto Martín Márquez el proyecto de musealización para definir contenidos y criterios expositivos. Las piezas halladas en las excavaciones formarán parte de la colección permanente, "ofreciendo una visión de la Zamora medieval y asegurando su conservación".

El edificio albergará exposición permanente y temporal, talleres didácticos, salón de actos, sala audiovisual, oficinas, archivo físico y digital, zona de restauración y almacenes. Se distribuye en dos plantas de exposición (baja y primera) y un sótano de acceso público y técnico, además de una entreplanta para instalaciones.

El museo mantendrá su función original, ampliando el espacio y "mejorando las condiciones expositivas y de conservación de las obras". Además de que "optimizará las áreas de trabajo para el personal de gestión, conservación y restauración".