Según la idea original, los 12 equipos miembros y fundadores tenían garantizada la participación en la Superliga independientemente de su desempeño en su liga nacional. Un modelo que generó muchas críticas.

Recientemente, los equipos alemanes Bayern de Múnich, RB Leipzig y Borussia Dortmund mostraron, de nuevo, su rechazo al proyecto, incluso si el formato cambiara.

Así, el inicio de las conversaciones planificadas con la UEFA debería ser una "buena señal para los clubes que actualmente todavía se están alejando o incluso temen sanciones" si participan en el diálogo de la Superliga, según Reichart.

Actualmente, Real Madrid, Barcelona y Juventus se encuentran enfrascados en una batalla legal contra la UEFA en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Los clubes acusan al organismo dirigido por Aleksander Ceferin de operar un monopolio; se espera un fallo formal el próximo año.