Todo preparado para la salida de Los Carochos al mediodía de Año Nuevo en Riofrío de Aliste

Los once personajes de esta mascarada de invierno en la provincia de Zamora ultiman la preparación de su estrafalaria indumentaria

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Todo preparado para la salida de Los Carochos al mediodía de Año Nuevo en Riofrío de Aliste
Una imagen de la celebración de Los Carochos en Riofrío de Aliste (Foto Marisa González)
El autor esTeresa Santos
Teresa Santos
Lectura estimada: 3 min.

Tiempo de mascaradas de invierno en Zamora. En Riofrío de Aliste, Los Carochos se preparan para celebrar este ancestral rito, con la salida de sus once intérpretes al mediodía del Año Nuevo.

En esta localidad alistana se percibe estos días el ambiente de la mascarada. Con la entrada de la noche comienza a escucharse el sonido de las tenazas del Diablo Grande, uno de sus personajes, al cerrarse los diez palos de la escalera extensible que maneja el protagonista del ritual. Junto a él entrena, inseparable, el Diablo Chiquito "rasgando la noche con sus gritos estremecedores", como se anota desde la Asociación Cultural Amanecer de Aliste.

El Diablo Grande y el Diablo Chiquito forman la pareja más esperada e inseparable de la fiesta de Año Nuevo en Riofrío de Aliste. "Sus rodillas se alzarán con potencia para hacer 'bailar' a los cencerros en una conversación, a distintas escalas, que los más viejos del lugar conocen a la perfección después de muchos años de sentirlos".

"En las casas, las familias reciben esas ondas como parte de su identidad centenaria y sienten con profunda arrogancia el lenguaje de la sangre que corre por sus venas", relatan desde Amanecer de Aliste, asociación presidida por Rubén Gago. "Unas vibraciones que hablan de su vida, de una historia que reconocen como propia. Mientras, los más pequeños, alrededor de la lumbre, al percibir esos gritos encogen su figura amedrentados, preguntan y escuchan agitados el soniquete y, dudan, pero, sobre todo, desean con todo el corazón que llegue el mediodía del Año Nuevo para ver y casi tocar a esos seres tan extraños de los que sus abuelos les han contado mil leyendas a cada cual más fascinante".

Los once personajes de la mascarada de Los Carochos están "en capilla". Ultiman ya su preparación con el repaso, en primer lugar, del estado en que se encuentra la estrafalaria indumentaria que vestirán el día 1 de enero. "El Ciego de Atrás acude a la plaza del Sagrao donde los más veteranos le indicarán los necesarios consejos prácticos para cuando varios espontáneos trastornen el carruaje agrícola, tirado por dos serenos burros, y él sepa cómo realizar un salto a tierra que en la celebración le deja malherido y, quizá, en grave estado de salud, si no muerto".

Los habitantes de Riofrío esperan ya impacientes el lanzamiento del cohete que marque el inicio del rito. "Con el tamboril afinado, las cencerras y los cencerros en reposo, la carocha guardada celosamente como oro en paño, el humo custodiado a buen recaudo, las castañuelas ceñidas con las vistosas cintas de colores, el lino bien apiñado en un manojo, los caramelos del bautizo oportunamente protegidos y las corchas listas para pasar por la brasa antes de tiznar la cara de propios y extraños".

El primer día del año, los diablos "envueltos en humo y con las diabólicas tenazas rojas del Carocho, y los sonidos vibrantes de los cencerros, pondrán en alerta a la primavera en una imagen de extraordinaria belleza y especial simbología ritual".

"Diablos, filandorros, guapos y otros personajes libérrimos marcarán el caos en las calles de Riofrío e improvisarán entre los visitantes entretenidos chascarrillos o inesperados movimientos solo al alcance de quienes conozcan la simbología de una mascarada compleja a juzgar por la variedad de escenas, a veces, sin pronunciar una palabra".

Debido al gran número de fotógrafos profesionales y aficionados, la Asociación Cultural Amanecer de Aliste hace un llamamiento a todas las personas con cámara y móvil para que al realizar la grabación de sus imágenes lo hagan exclusivamente desde los laterales de las calles y no en el interior de las vías públicas. Las máscaras de los diablos, especialmente el Carocho Grande, apenas les permiten ver en distancias cortas y podrían atropellar a quien se encuentre en sus inmediaciones ocasionando un accidente, según advierten.

En Año Nuevo, los componentes de Los Carochos visitarán a sus convecinos, casa por casa, a pedir el aguinaldo. Y en los espacios públicos dejarán constancia de "la diversidad de significados y de la identidad colectiva que caracterizan a esta mascarada", como señalan desde Amanecer de Aliste.

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