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Todo listo para el humo: La Capilla Sixtina se transforma en escenario del misterio papal
Operarios y restauradores ultiman los preparativos del cónclave, entre estufas, frescos y un sistema de humo que no deja lugar a dudas
La Capilla Sixtina del Vaticano se encuentra en plena transformación para acoger el próximo cónclave, del que saldrá elegido el nuevo papa tras el fallecimiento del pontífice Francisco el pasado 21 de abril. Desde esta mañana de sábado, el Vaticano ha difundido imágenes que muestran a los técnicos y operarios trabajando contrarreloj para dejar todo a punto en este escenario monumental.
Una de las primeras tareas ha sido la instalación de las dos estufas en las que se quemarán los votos de los 133 cardenales que se encerrarán a deliberar a partir del miércoles por la tarde.
Estas estufas están conectadas a la icónica chimenea colocada ya en el tejado, que anunciará al mundo el resultado con su tradicional lenguaje de humos: blanco, si hay papa; negro, si las deliberaciones continúan.
Desde hace años se utiliza una estufa auxiliar con productos químicos para asegurar que el color del humo sea claramente visible y no genere confusión, como ocurrió en 1978 con la famosa 'fumata gris' que precedió a la elección de Juan Pablo I.
Los preparativos incluyen también una cuidadosa adaptación del espacio interior: se ha elevado el pavimento con una estructura metálica y placas de madera para eliminar escalones, facilitando así el acceso a los cardenales, en su mayoría ancianos. Una rampa también ha sido instalada para asegurar la accesibilidad.
Mientras tanto, trabajadores han comenzado a colocar las mesas en las que los cardenales debatirán y votarán al próximo pontífice. La seguridad y privacidad son máximas: todo se revisa para evitar que dispositivos puedan registrar lo que suceda en el interior.
Entre el ir y venir de técnicos, una restauradora ha sido captada retocando con delicadeza los frescos de la capilla, especialmente los que simulan cortinajes en las paredes bajas. Todo ello bajo la mirada eterna de los frescos de Miguel Ángel y el recuerdo de siglos de historia viva.
"Me gustaría ser papa. Esa sería mi opción número uno. Creo que sería un gran papa. Nadie lo haría mejor que yo”, dijo el mandatario el miércoles pasado
En un cónclave tan numeroso parece necesaria la figura que consiga alimentar el consenso y sepa "hacer converger muchos votos en otra persona"
Operarios y restauradores ultiman los preparativos del cónclave, entre estufas, frescos y un sistema de humo que no deja lugar a dudas